El numero 10: una especie en extincion
Son una especie de románticos tocados con la varita del destino dios futbolero que hacen del pase imposible una jugada magistral, del deporte algo más que ¨ un juego de once hombres peludos, tratando de meter la pelotita en el arco ¨ como dicen algunas mujeres. Ellos hacen del fútbol el fútbol, como la pelota hace al gol. Especie de magos, mezcla de malabaristas, ilusionistas y genios, esos son los enganches de nuestro fútbol.
Enganches, manijas, creadores, habilidosos, armadores, diez, ídolos, Maradona. Capaces de esquivar la patada más violenta, la marca mas dura, la jugada más compleja. Se suele decir de ellos, que antes de tocar la pelota, ya saben hacia adonde saldrá el pase. Están anticipados una jugada al resto, por la simple razón de que son distintos al resto.
¿Donde están? ¿A qué se dedican? ¿Que estudiaron? ¿Alguien los vio? ¿Será que los potreros donde se solían encontrar esta especie en extinción, fueron convertidos en playas de estacionamientos, torres de 30 pisos, o pisos de 30 metros cuadrados? Puede ser. Igualmente la explicación la veo más cerca de la escuelas de directores técnicos más que del rubro de la construcción
¿No quedan enganches o no quedan entrenadores?
De un tiempo a esta parte, los entrenadores de fútbol le fueron dejando el banco y el buzo a los directores técnicos (DT). Estos, encantados, fascinados por los números, las estadísticas, y la planificación creyeron reinventar el fútbol y algo de razón tienen, porque de verdad, ahora se juega a otro deporte: con las mismas reglas y los mismos fundamentos, pero a otro deporte. Un juego mucho más cercano a una guía de teléfonos que al fútbol del potrero y los videos en blanco y negro. 3-3-4, 4-4-2, 4-3-3, 4-5-1, 3-2-3-2.
Todo termina siendo una táctica mentirosa para maquillar el miedo. El miedo a perder. Perder significa irse y nadie quiere irse de un estadio antes de que se apaguen las luces. Quizás como causa o consecuencia de esto, sea que los DT no entrenan sino planifican hasta el mínimo de los detalles posibles.
Como dice Eduardo Galeano: ¨ El entrenador decía: vamos a jugar; el técnico dice, vamos a trabajar ¨ una sola palabra que le cambia el sentido al juego.
Todo lo que se ve en una cancha fue previamente hablado, practicado, ensayado hasta el cansancio. Cómo atacar, cómo defender, cómo tirarse cerca del área simulando una falta. En una palabra ¿Cómo sacar de mínimas ventajas, grandes ventajas?
Que la pelota parada, que los saques de arco, que los laterales, que las jugadas de saque del medio….En este nuevo deporte se juega más a esperar el error del rival que a tratar de provocarlo.
Por eso hoy los enganches no tienen lugar. Por los sistemas tácticos de los inventores de éste otro deporte. Yo no creo que no queden habilidosos para cumplir esa función. Lo que sucede es que desde chicos se les inculca la obligación de ganar a como de lugar, sin importar los medios con los que conseguir esos fines. Así pues lo que mata al enganche no es la marca personal, sino los Directores Técnicos.
No solo la culpa es del chancho sino del que le da de comer
(el que paga la entrada)
No toda la culpa es de los DT. Una alta cuota de responsabilidad hay que cargarlo a la cuenta del calentamiento global de las tribunas argentinas.
El calentamiento global dentro de un estadio de fútbol muchas veces provoca que lo que en principio es para disfrutar se termine sufriendo. Yo no entiendo como se acaban partidos (¿espectáculos?) pidiendo la hora, es una locura por donde se lo mire.
Se va a la cancha a esperar que el equipo gane y nada más. A ver si se entiende: se paga una entrada, o una cuota social, se espera toda una semana, para terminar pidiendo la finalización misma de eso a lo que fuimos a ver.
Y esta desesperación por lograr la victoria, también hace que los DT hagan todo por ganar en detrimento del juego de la pelota y el jugador.
Casi sin enganches en el último torneo
Como para muestra sobra un botón, podemos revisar las formaciones de los 20 equipos de la primera división del fútbol argentino del último torneo y veremos que casi ninguno eligió para su sistema táctico un enganche en torno del cual gire la estructura del equipo. Boca probó con Gracián, intentando reemplazar a Riquelme; River, solo por necesidad, aposto a Buonanotte en el último tramo del campeonato o Banfield con el chicos Maidana, son los únicos tres equipos que se me vienen a la mente.
El resto de los equipos, probaron por necesidad o tramos de los partidos tirando unos metros atrás a jugadores habilidosos a esa posición: Montenegro en independiente; la gata Fernández en San Lorenzo, Raymonda en Arsenal o Diego Valleri en Lanús, son algunos de los equipos que por momentos inventaron enganches para parecer menos inofensivos.
Los históricos
Solo diez nombres de números diez. Palma, Gorosito, Rubén Paz, Patricio Hernández, Bochini, Márcico, el Beto Alonso, Garrafa Sanchez, el chino Tapia y el 10 por excelencia: Diego Armando Maradona. Hay mas, ahora busquen 10 en los tiempos que corren.
10 menos 10
En todas las categorías del fútbol de AFA, salvo en la primera A, se juega con una numeración corrida. Esto es del 1 al 11, por eso se digo que hay estafadores que ya no estafan a nadie.
Hoy en día hay enganches mentirosos, o mentirosos enganches, pero que se preocupe quien pretenda confundirnos, porque a estos se los distingue con el solo deambular por la cancha. No basta solo con colgarse la numero diez, para ser enganche. Faltan muchas otras cosas que les sobra a los que saben y que les son inalcanzables a los que no las tienen.
Profetas en tierra de genios, predicando con la Biblia del que dice como se juega a esto, pero que no son capaces ni de atarse los cordones de la misma forma. No se animan a parar la pelota más de un segundo, no devuelven una pared, porque nadie sabe como se hace y no gambetean a ningún rival, porque ya no se usa más. Este es el nuevo fútbol. 90 minutos de algo que sigue siendo apasionante pero no por el juego en si mismo, sino por todo lo que lo rodea.
Correligionario, compañero, amante del buen fútbol. Hombre. Mujer. Niño. Colaboremos en la preservación del medio ambiente y de aquellos creadores del medio campo, que con sus gambetas nos hacen pasar buenos momentos.
No se olviden que entre tanto enganche devenido en volante por la izquierda, o media punta con manejo o cuarto volante que pise el área, o doble cinco con salida, duermen los recuerdos de cracks implacables.